Hijos de Babel

Cuando el sol
comienza a roncar,
salen lunas
de cartón y Poxiran.

Mugre y peste,
cascarón de hiel,
la miseria siempre
estuvo a flor de piel.

Nadie te fía retazos de sueños,
sobran picanas y no hay cementerios
donde ir a llorar.

Choto chat,
choto punto com,
en la tele
apestan los reality shows.

Malos aires
todo está al revés,
hay menos dedos
pero hay más secuestro express.

Un aerosol que le ruega a un gobierno,
váyanse todos al infierno
y no vuelvan más.

¿Cómo poder dormir
con tantas pesadillas,
si nuestro porvenir
está lleno de astillas?

¿Quién puede ser feliz
mimando la tristeza?
Seguir viviendo así,
a nadie le interesa.

Cuando es costumbre vivir padeciendo,
cuesta creer que se llegue a buen puerto,
sin saber nadar.

Dura cruz
debemos cargar,
el gran Bonete
siempre cambia de antifaz.

Es así
duele la verdad,
no hay peor ciego
que el que no quiere mirar.

En estos días de perros sin dueño,
es más difícil que pique el anzuelo,
a que se seque el mar.