Silvestre Y La Naranja

Me senté y tomamos vino
mirando los balcones
hablando del amor
con alucinación

Y no hay principio ni final
perdimos la consciencia
y tu corazón se abrió
delirio sin pudor y la fascinación

Y es ese ardor de sentir el error
y qué inútil nos hace
qué escándalo se armó
pero te conectó y así nos ayudó

Y pensar en la satisfacción
de una tarde de lluvia
o de un rayo de sol
esto es lo único que yo pido hoy

Quiero que estés mejor
yo te quiero mucho
y me enorgullece verte así de fuerte hoy
porque yo aprendo tantas cosas de vos

Y ahora caminaremos
por este sendero
sinuoso del amor
con mucha emoción y todo el envión.