Marcelino Azaguate

Soy un cantor peregrino,
que con poquito se alegra,
y vivo como los yuyos,
apretadito a la tierra,
y vivo como los yuyos,
apretadito a la tierra.

Tanto me parezco al monte,
que acordé con su follaje,
trato de pasar las horas,
confundido en el paisaje ,
trato de pasar las horas,
confundido en el paisaje.

Quisiera ser en mi tierra,
la brisa que suave sopla,
para llevar a los míos,
aventadita mi copla,
para llevar a los míos,
aventadita mi copla.

El camino y la distancia,
siempre fueron mis amigos,
y andar de pago en pago,
parece ser mi destino,
y andar de pago en pago,
parece ser mi destino.

De día bebo el sudor,
para la sed del camino,
de noche refresco el alma,
cuando me abraza el rocío,
de noche refresco el alma,
cuando me abraza el rocío.

Si muero quiero que quemen,
mis huesos junto al camino,
y que aventen mis cenizas,
con el soplo de un silbido,
y que aventen mis cenizas,
con el soplo de un silbido.