Amaia Montero

Tú disparaste primero,
Yo me hice la tonta y te hizo reír;
Yo me saqué de la manga
Aquel viejo truco por sobrevivir.

Tú me rozaste la cara,
Soltaste un “te quiero” y me quise morir.
Lo jugué todo a una carta,
Bendito destino, me dijo que sí.

Y entonces tú rompes la calma,
me haces volar, abres mis alas.
Me has provocado una revolución de amor,
vuelvo a sentir que tengo ganas.
Sin avisar, como si nada,
llegas a mí y me desarmas,
no me imagino ya sin ti la vida
y soy una versión que no esperaba.

No nos hicimos preguntas,
tampoco hizo falta, fuimos la excepción,
y nos dejamos de excusas
para no tener que pedirnos perdón.

Me lo dijiste al oído:
“Yo salto contigo, yo muero por ti”,
y hoy te lo digo a los gritos,
que valió la pena llegar hasta aquí.

Y entonces tú rompes la calma,
me haces volar, abres mis alas.
Me has provocado una revolución de amor,
vuelvo a sentir que tengo ganas.
Sin avisar, como si nada,
llegas a mí y me desarmas,
no me imagino ya sin ti la vida
y soy una versión que no esperaba.

Quiero volver a creer,
si es junto a ti, no hay error,
ya lo entendimos, somos destino, un solo camino,
y no puedo dejar de pensar en ti.

Y entonces tú rompes la calma,
me haces volar, abres mis alas.
Me has provocado una revolución de amor,
vuelvo a sentir que tengo ganas.
Sin avisar, como si nada,
llegas a mí y me desarmas,
no me imagino ya sin ti la vida
y soy esa versión que no esperaba.