Artista

Rubén Blades

MAESTRA VIDA (PRIMERA PARTE)

1980

3 CARMELO, PARTE I

--Qué viejo se ha puesto el sol!--; pensaba el viejo Da Silva,
Recostado en su sillón, despierto y soñando a ratos.
Contemplando los recuerdos entre el humo del tabaco,
En su humilde habitación de mobiliario barato.
--"De Ramiro no sé nada; ni una carta he recibido, y
Aunque sé que es el destino que todos los hijos partan
No sé cómo olvidan tantos sacrificios compartidos y se van
Buscando caminos cuando el viejo no hace falta.
No hay cortesía o derecho para aquél que llega a viejo;
Se nos trata desde lejos, con hipócrita respeto.
No me quieren dar trabajo y no me quiero mendigando.
Con el Seguro Social, pa' vivir de a vaina alcanzo y
Entre éstas cuatro paredes presiento la muerte llegando. (Bis)

"Qué vieja que está la tarde!" -- pensaba el viejo Da Silva,
Mirando las golondrinas desde la banca del parque.
"--A veces pa' levantarme necesito que me ayuden,
Y aunque avergonzado estuve, doy las gracias y camino,
Y cuanto perro que me encuentro la quiere coger conmigo;
Y cuanto perro me encuentro la quiere coger conmigo.
Manuela, si tú vivieras, quizás tendría una esperanza!
Manuela, si tú vivieras, quizás tendría una esperanza, pero
Estoy solo mi vieja y ésta espera cansa;
Es que estoy solo mi vieja y solo esperar cansa.

--"Qué vieja que está noche" -- pensaba el viejo Da Silva,
Y apretaba el viejo anillo que Manuela le dejara;
Y apretaba el viejo anillo que Manuela le dejara.
Y allí mismo le encontraron, en aquél sillón sentado, Muerto!
Entre el polvo y los recuerdos, mariposas del pasado.
Y por mucho que trataron, su mano abrir no pudieron (bis)
Dios te bendiga Carmelo; a Manuela y a los viejos. (Bis)