Armando Manzanero

Tú no eres culpable de amargar mi corazón,
yo, por permitirlo.
Tú no eres culpable de que pierda la razón,
yo, por no evitarlo.
Tú no eres culpable de vivir dentro de mí,
te dejé yo hacerlo,
si de cuerpo y alma pertenezco solo a ti,
debo de aceptarlo.
Tú no eres culpable de guiar mi voluntad,
yo, por permitirlo.
Tú no tienes culpa que me abrace a tu maldad,
yo, por no evitarlo.
Tú no eres culpable que no quiera más vivir,
yo, por permitirlo.
Tú no eres culpable de matar mi porvenir,
yo, por no evitarlo.

Tú no eres culpable de vivir dentro de mí,
te dejé yo hacerlo.
Si de cuerpo y alma pertenezco sólo a ti,
debo de aceptarlo.
Tú no eres culpable de guiar mi voluntad,
yo, por permitirlo.
Tú no tienes culpa que me abrace a tu maldad,
yo, por no evitarlo.
Tú no eres culpable que no quiera más vivir,
te dejé yo hacerlo.
Tú no eres culpable de matar mi porvenir,
yo, por no evitarlo.