Artista

Federico Gil Solá

LEAVING LAS VERGAS

2001

7 ANHELITO

No recuerdo bien cómo nos conocimos
¿En la escuela?
¿En el barrio?
¿En la plaza?
Anhelito, se llamaba
Yo todavía era Bioy Vírgenes, “Jesucito”
Y ya notaba que en todos lados
Todos estaban muy pendientes de él.
Le tocábamos el timbre incesantemente
Siempre contestaba doña Anhelo
(tenía una paciencia la pobre!)
“¿Está Anhelito?”
preguntábamos ansiosos por el portero eléctrico.
Con el tiempo,
Anhelito se convirtió en todo un Anhelo
Y tengo el orgullo de poder asegurar
Que llegué a ser su compañero más íntimo,
Aunque sospecho que debe haber sido causa
De mi insistencia, más que nada.
Admito que mi interés por él era
Principalmente interesado.
Yo pedía y él daba.
Después,
como suele pasar con las amistades de la infancia
Cada uno empezó a irse por su lado.

Hoy por hoy, cuando lo voy a visitar
No me ofrece ni una silla, el muy guacho.
Dice que pido demasiado.
¡Qué mierda resultó ser, este Anhelo!

Jesús Bioy
Vírgenes

En sus “Obras Sanitarias” de reciente edición
Jesús Bioy Vírgenes se entrega a sus lectores y admite:
“Hoy me carcome la duda:
¿Silvina? ¿Ocampo?
¿Borgés? ¿O se hace?”