Juan Carlos Carabajal

Añorando a Yacu Chiri
ya me voy por el camino
igual que diablo bailando
entre los remolinos.
Quiero hallar al viejo río
descansando en la sombrita
y calmar todos mis males
en el agua fresquita.

No ser más el desgraciado
que su amor vive extrañando
ni el kakuy que en la distancia
se lamenta llorando.

Con mi poncho atamisqueño
"tapemén" cuando me muera
y con la sachaguitarra
"puntiemén" chacareras.

Será muy cruel mi destino
por demás la mala suerte
si llegando a Yacu Chiri
me sorprende la muerte.

Cuando escuche hablar en quichua
y entonar una vidala
volarán como palomas
los pesares del alma.

Andaré tras de una copla
por los ranchos preguntando
de aquel viejo vidalero
que muriera cantando.