Artista

Pedro Guerra

OFRENDA

2001

3 NIÑOS (CON JULIETA VENEGAS)

A 30 pisos de altura
frente a la playa de Copacabana
la calle huele a humedad,
a fruta, sexo, bronceador, cachaza.

A 30 pisos de altura
veo la vida que me mira y pasa
bebiendo agua de coco
frente a la playa de Copacabana.

Cuando den las diez no volverán a casa
se quedarán ahí, no volverán a casa.
Cuando den las diez los niños de la playa
se quedarán ahí, no volverán a casa.

Como los coches, luz de farola,
como los gatos y las baldosas,
como las tiendas y los buzones,
como basura por los rincones,
como los perros
intentando vivir,
viviendo.

Desde la asfixia y la altura
veo el temor de la ciudad dormida,
nada se intuye en el aire
de la violencia en la que todo gira.
Colombia avanza y el mundo
no sabe nada y si lo sabe, olvida.
Y todo sigue girando,
morir al día es parte de la vida.

Niño del dolor que cuelga de los coches
y aspira oscuridad crecida de la noche.
Niño del dolor sin nada a que agarrarse
perdido en la ciudad, ya es parte del paisaje.

Como los coches, luz de farola,
como los gatos y las baldosas,
como las tiendas y los buzones,
como basura por los rincones,
como los perros
intentando vivir,
viviendo.

A muchas hora de casa
miro la luz de la ciudad torcida,
la inmensidad del D.F.,
la multitud que en el smog respira.
A muchas horas de casa
otra mirada nos observa y mira
y la serpiente emplumada
quedó atrapada y ahora es luz cautiva.

Niño del dolor haciendo piruetas
a cambio de tener migajas o monedas.
Niño del dolor que juega a hacerse grande
ausente del amor ya es parte de la calle.

Como los coches, luz de farola,
como los gatos y las baldosas,
como las tiendas y los buzones,
como basura por los rincones,
como los perros
intentando vivir,
viviendo.