El Kuelgue

Para los que en el pelado baldío
dejaron correr libremente su niñez
sudorosa y despeinada

Para quienes allá en sus cabezas
escarchadas de años
conservan en la vuelta de la oreja
un cachito de tierra del potrero
para ellos

Victoria
no me olvido de Victoria
de esos ojos almendrados
y esa boca sin igual

Victoria
Entre Ríos, Victoria
cerquita de los bingos
cerquita del Uruguay

Victoria
cómo olvidarme de Victoria
si lo único que hago
es pensar en ese amor

Sólo pido Victoria
Victoria mía
tu corazón.