Artista

Residente

RESIDENTE

2017

2 SOMOS ANORMALES

Tres ojos, cuatro orejas,
mucho pelo entre medio ‘e las cejas,
con los cachetes llenos de granos,
sin brazos ni piernas, como los gusanos.

Imperfecciones en to’ los lugares,
cicatrices, jorobas, lunares,
juanetes en los dos pies,
con ocho dedos en vez de diez.

Blanco que se te ven las venas del cerebro,
como café sin leche, bien negro,
mal distribuido, como las vacas,
mucha barriga pero las patas flacas.

Cabeza grande, cuerpo chiquito,
celulitis, con los muslos blanditos,
mucho labio, bembón o bembona,
una nariz que parece otra persona.

Aquí todos somos deformes
y nos resistimos a usar uniformes.
Lo más feo de la flor es el tallo,
la belleza se alimenta de fallos.

Como nos vemos curiosos,
ponemos a los lindos, nerviosos,
que toda la gente nos señale,
lo que no es igual, sobresale.

Soy anormal, soy anormal, soy anormal.
Somos anormales.
Lo que me guata de ti, es que tú eres anormal.
Soy anormal, soy anormal, soy anormal.
Somos anormales.
Lo que me guata de ti, es que tú eres anormal.

Nuestra sexualidad se despierta,
el ADN con las piernas abiertas,
los cromosomas bailando boleros,
las hormonas con hambre, lamiéndose los cueros.

Y procreamos una cosa bien rara,
como nosotros, pero con otra cara,
nuestra genética, un laberinto,
somos igual de distintos.

Lo que se mezcla es más interesante,
como una mosca con orejas de elefante,
los colores se triplican, nadie pierde,
amarillo con azul, hacen verde.

Original, no lo pueden copiar,
lo que es impuro no se puede duplicar,
la raza se arregla cuando se daña,
somos de la tribu que con sucio se baña.

Soy anormal, soy anormal, soy anormal.
Somos anormales.
Lo que me guata de ti, es que tú eres anormal.
Soy anormal, soy anormal, soy anormal, soy anormal.
Soy anormal, soy anormal, soy anormal, soy anormal...

Soy anormal, soy anormal, soy anormal, soy anormal...