Damián Córdoba

Las doce horas están marcando
Un viejo reloj cansado
Un muchacho caminando
Sus pasos hacia el portón
Una madre que lo besa
Que lo abraza con ternura
Ha perdonado sus faltas
Su hijo salio en libertad.

Fueron cuatro años malditos
Ante sala de un infierno
Donde aprendí que ni enfermo
Tenía yo que aflojar
Rejas, cadenas y palos
Fueron curtiéndome el lomo
Pero no me doblegaron
Nunca me hicieron hablar.

Las doce marca ese maldito reloj
Pero querido bendito reloj,
Estando aquí era un maldito reloj
Hoy lo bendigo, bendito reloj.

Muchos de mis compañeros
Quedaron en el camino,
Los cuatro que aquí llegamos
Cumpliendo el grito fatal
Tres me dan la despedida
Me desean buena suerte
A las doce justo en punto
Abandonare el penal,

Nunca voy a olvidarlos
Por mi vida te lo juro,
Porque en mis sentimientos
Siempre presente están
Para mí solo un pedazo
De mí malgastada vida
Una fuente de riqueza
Para mi alma en soledad.

Las doce marca ese maldito reloj
Pero querido bendito reloj
Estando aquí era un maldito reloj
Hoy lo bendigo bendito reloj
Las doce marca ese maldito reloj
Hoy te bendigo, bendito reloj
Estando aquí es un maldito reloj
Hoy lo bendigo, bendito reloj
Hoy lo bendigo, bendito reloj
Hoy te bendigo...
Bendito reloj.