Jaime Roos

En la cármica crepuscular
las marcas de tu nicotina
se transformó el amor
apareció la intriga

Recrudeció el invierno
la bufanda escocesa
te envuelve el último adiós
como siempre Cristina

Nunca te lo dirán
por qué ha llovido tanto.
del Sportman a la Facultad
de vestido blanco.

Las hojas que se vuelan
las reglas que no bajan
y las ganas de irte o de quedarte
para siempre Graciela

Algún domingo fue
temprano en la mañana.
mi sueño no bastó
para que te apiadaras

Me chupaste la sangre
te tragaste el veneno que hay en ella
y aquí estamos
desde siempre Susana