Gabriela Carel

Hay una trunca chacarera
que me galopa en las arterias
y es mi garganta viento
que sopla pasión y herencia.

Fuego que brota de la tierra
soy la semilla, sangre nueva
con la esperanza adentro,
regame pa’ que florezca.

Se hace palabra el pensamiento,
la melodía da su aliento,
juntos resultan fuerza
de savia que cruza el tiempo.

Y cuando muera mi corteza,
cáscara de los sentimientos,
mi alma andará cantando
en las voces de todo el pueblo.

Somos un bosque renaciendo
luz y raíz de los ancestros
luz que nos va guiando
y raíz pa’ aferrarse al suelo.

Vibra el paisaje en movimiento,
brazos que suben como un cielo
vuelan y son bandera,
repiques y zarandeos.

Aunque se acerque a derribarnos
un batallón de indiferencias,
el fruto está maduro
y es germen en las conciencias.

Y cuando muera nuestro cuerpo,
cáscara de los sentimientos,
seguiremos cantando
en las voces de todo el pueblo.