Artista

Antonio Tarragó Ros

MEMORIA DE CHAMAMÉ

2007

1 LA PENA DEL ACORDEONISTA

Los dedos invisibles de un duende amanecido
a un puñado de teclas se acercan a jugar
y un acordeona blanca de llena de sonidos
como si descendiera de lo desconocido
el corazón del dueño para resucitar

Y así van desfilando muy suave en el teclado
las dulces melodías que nunca morirán
siempre al comienzo surge la tierna madrecita
y luego como un potro salvaje que relincha
retoza el curuzucuateño pidiendo un sapucai

El concierto se extiende hasta la madrugada
hora en el que visitante se tiene que alejar
como no halló en el cielo aquel blanco teclado
y es para el rey niño que solloza en sus brazos
desde la eternidad

Son serios musiqueros que vienen comentando
que si a la ...... la dejan sin guardar
en las noches serenas según Altamirano
se rompe aquel silencio como si una extraña mano
muy suave su teclado se pone a ejecutar

No te extrañes paisano si una noche cualquiera
tu acordeón dos hileras comienza a rezongar
es Tarragó el maestro que llega de visita
y después de haber tocado su dulce madrecita
al reino de los cielos su luz regresará.