Jaime Roos

Para espantar el sueño
y señaló la flauta
son quince horas de viaje a Paranaguá

La carretera manda
y las mochilas en la polvareda de la estación
son boyas apagadas
pan con manteca café no nos dejan pagar

Primer día brasilero
los pilotos bajan de sus cabinas
parejos
cumpliendo otra vez los ritos
de su profesión

Para espantar el sueño
toca usted esa flauta
son quince horas de viaje a Paranaguá

Son dieciocho ruedas
los dos en un asiento kishororó
los dos armonizando el Tata Upá

Y Manuel camionero de Cascavel
quería comprar las flautas
y las cruces pasan por la banquina
mostrando marcando las cicatrices
de su profesión

Para espantar el sueño
la siesta inevitable
salimos a la ruta vidalitá
sin mayor esperanza

Para espantar el sueño
trajimos nuestras flautas
y Manuel trajo el volante de su camión
y el camión con su carga

Para espantar el sueño
se toman las pastillas
para llegar en fecha a Paranaguá
pastillas son veneno

Para espantar fantasmas
para que no cuente la tibieza del motor
para conocernos o ayudarnos borocotó
los camioneros comparten su sillón

Y cuentan de la edad de sus hijos
accidentes
pintando los barnices
de su profesión.