El Jaguar

Sobrio sábado sin vueltas.
Empañado se entregó.
Donde se quemaban tardes y las tardes eran sol.
Tras el vidrio del olvido, por el vidrio del vapor.
Ni emociones, ni sentidos, ves tu vida sin temor.

El silencio que te clava.
La paciencia en el rincón.
Los tambores duros golpetean que de a ratos dan temor.
Uno duda, uno decide, uno ve la realidad.
Un soplido es suficiente, tiritándolo al mirar.

Fantasmas, latidos, y brillos de Dios.
Por espantos, historias y cientos de años.
Me altera encerrarme y pensar, que disfruto de mirar, y ver que..

Llueve, Llueve, llueve, Llueve, Llueve, llueve otra vez.
Llueve, Llueve, Llueve, Llueve, fina esencia en tu ritual.
Llueve, Llueve, Llueve, Llueve, Llueve, llueve una vez más.
Llueve en las tierras del mar,
Llueve en mis tierras de paz.

Y te observo entre lagrimas, de qué hierba es que fumas?
Desesperada de ganas de largarte una vez más.
No le temas a los dioses, que tu imagen es mejor;
Ven a verlos desde acá, los podemos asustar.

Y siempre latidos del alma se van, volviendo de arriba parecen muchos más.
Empañado todo está, acerquémonos igual, que no es hoy el final, sabiendo que..

Llueve, Llueve, llueve, Llueve, Llueve, llueve otra vez
Llueve, Llueve, Llueve, Llueve, fina esencia en tu ritual
Llueve, Llueve, Llueve, Llueve, Llueve, llueve una vez más
Llueve en mis tierras de paz

Llueve, Llueve, llueve, Llueve, Llueve, llueve otra vez
Llueve, Llueve, llueve, Llueve, Llueve, llueve siempre igual
Llueve, Llueve, Llueve, Llueve, Llueve, llueve una vez más
Llueve en mis tierras de paz

Ya no espero el río que me empuje al avanzar,
Ya no creo en voces que me ayuden al hablar.
Ya no insisto en cosas que complican mi entender.
No es una tormenta, es un frío atardecer.