Liliana Vitale

Cuando se ponga mansa la luna
Y pueda
Con el misterio de los barrancos
Que vuelven negro mi corazón;
Cuando se aclare el golpe
Que da ese puño
Que nos delata
Contra la aurora venida al diente
Por el dolor;
Voy a buscar descanso
En los nueve giros de mi saliva
Chupando el aire que nos abriga
De cuello entero
En la soledad.

Rompe con otro ristre
La ceremonia donde la cara
No es más que el pozo
Donde arrojamos la eternidad.
Faltan más de mil años
Para que llegue
A galope lento
Lo que la historia
Nos dio por cuento de mal andar.

Duro el oficio amargo
De andar por verso
Cuando la lengua rechina
Seca de pormenores
De grito y luto
Lamiéndose.