Horacio Guarany

El otoño es más gris en Luján.
Poesía en los techos sin luz.
Hay que ver los naranjos en flor
coqueteándole a la Cruz del Sur.
Un racimo de lunas allá, lejos...
Busca al río y lo besa de azul, cielo...
Y en las Torres de la Catedral;
¡Estas tú! ¡Estas tú! ¡Estas tú...!
Cantarina la brisa en Luján
juguetea en la plaza Colón.
Crepitando su magia el fogón,
hacia Las Casuarinas me voy.
Sin guitarra te puedo cantar, siempre...
Sin tu boca te puedo besar hondo...
Porque dentro de mi alma y mi voz:
Estas tú! Estas tú! Estas tú...!
Tengo una canción para tu almohada,
¡Voz y piel! ¡Voz y piel!
Soy un pino alerce, una arbolada,
¡Casi un Dios! ¡Casi un Dios!
Como una paloma luz de luna te amaré,
sangre de mi sangre en las orejas de tu sed,
pampa de mi pampa, sueño sur, jazmín azul.
¡Solo tú! ¡Solo tú! ¡Solo tú...!
El otoño es más gris en Luján,
amarillo y violeta de mar,
campanario que en su repicar
llora el verde de la catedral.
Mil colores me inundan la voz ¡Viento!
Si te hablara de olvido y de adiós, miento,
todos saben que en mi corazón
¡Estas tú! ¡Estas tú! ¡Estas tú...!
El tumulto de la procesión
empapada llovizna de fe,
cobijándome bajo el ombú
te contemplo y deseo a la vez.
Se desangra en el río otro dios, ciego...
No es el dios que en tus ojos me dio celos.
Mas allá de los dioses y el sol,
¡Estás tú! ¡Estás tú! ¡Estás tú...!