Artista

Alberto Cortez

FE

1998

10 Y PENSAR QUE YO CREIA


Y pensar que yo creía
que los Reyes eran magos,
que puntuales llegarían
a llenarme los zapatos;
abetunados de sueños,
de ilusiones y regalos,
entre el cinco y el seis de enero,
sin faltar año tras año.
Y pensar que yo creía
lo que creo todavía.
Y pensar que yo creía
que jugaba con el diablo,
presumiendo el primer día
de mis pantalones largos;
una mano en el bolsillo
y jugueteando en los labios
ese primer cigarrillo
entre sublime y amargo.
Y pensar que yo creía
lo que creo todavía.
Y pensar que yo creía
que avanzar era lo bueno,
que avanzando llegaría
al final de los extremos;
a conocer lo prohibido,
lo vedado y su secreto,
lo que perdura escondido
atado a viejos libretos.
Y pensar que yo creía
lo que creo todavía.
Y pensar que yo creía
que el amigo verdadero
es el que siempre confía,
es el que no anda con peros;
que para echar una mano
de cualquier forma se apaña,
sin reclamar nada a cambio,
sin picardías ni mañas.
Y pensar que yo creía
lo que creo todavía.
Y pensar que yo creía
que aferrado a mi salterio,
en sus notas llegaría
a descubrir el misterio;
que las palabras sencillas,
cuando se dicen en serio
suelen hacer más cosquillas,
que el más grave magisterio.
Y pensar que yo creía
lo que creo todavía,
lo que creo todavía.