Dyem

Cabizbajo como cada noche entro a mi habitación,
Las palabras ya no salen, se quedan en mi interior,
Tengo un nudo en la garganta que me dice ¡suéltalo!,
Y una voz que me acompaña y se pregunta ¿por qué yo?,
Las paredes van cerrándose y me cuesta respirar,
Faltan fuerzas, ganas, todo está oscuro y no va a brillar,
No, no me lo merezco, lo he di todo y más,
Derramé lágrimas y sudor por encontrarte y ¿dónde estás?,
¿Dónde te has metido?, te llevo buscando tanto tiempo,
Tengo que encontrarte, se lo cantaré gritando al viento,
Aunque la ilusión se pierde después de tanta fatiga,
Recuerdo que dicen que a la tercera va la vencida,
Solo pido una persona que me quiera de verdad,
Que me cuide y me valore cuando todo vaya mal,
Que luche en mi nombre y se sienta orgullosa de tenerme,
Que al mirarme pare el mundo y que mis manos tiemblen,

Ven… Te entrego mis días. También el calor para pasar tus noches frías.
Y ahora que la suerte lo quiso así, digo sin miedo que soy mejor desde que estás aquí.
Ven… Te entrego mis días. También el calor para pasar tus noches frías.
Y ahora que la suerte lo quiso así, digo sin miedo que soy mejor desde que estás aquí.

De repente apareciste en mi vida,
Me cogiste de la mano y me enseñaste una salida,
Me diste un motivo por el que luchar,
Y aunque el miedo estuviese presente, no tardó en abandonar,
Se juntaron dos corazones que estaban hechos trizas,
Ya cansados de una guerra que no les correspondía,
Yo dentro de mi sabía que esto iba a pasar,
Algo me decía que tu no eras como las demás,
Poco a poco lo pequeño se hizo grande, día a día,
Cuando quise darme cuenta, la coraza no existía,
Que liberación poder decir que soy feliz,
Que me siento completo a tu lado y cerraste mi cicatriz,
Mi diamante, mi tesoro más preciado,
Te entrego mi corazón, tu solo quédate a mi lado,
Persigamos este sueño, que yo te acompañaré,
Y si esta vida te tira, lo juro, te levantaré,

Ven… Te entrego mis días. También el calor para pasar tus noches frías.
Y ahora que la suerte lo quiso así, digo sin miedo que soy mejor desde que estás aquí.
Ven… Te entrego mis días. También el calor para pasar tus noches frías.
Y ahora que la suerte lo quiso así, digo sin miedo que soy mejor desde que estás aquí.

Gracias, tú me has dado todo de la nada,
Apareciste cuando más lo necesitaba,
Me has dado el cariño que buscaba y me has subido al cielo,
Solo puedo terminar diciendo que te quiero.