Artista

Melendi

QUÍTATE LAS GAFAS

2016

11 YO ME VEO CONTIGO

Nací en 1979,
justo con la democracia de un país que ahora se muere.
Años de inocencia y Mercromina,
dieron paso a las hombreras, los pendientes y rejillas.

Y entre Superman, Rocky, Indiana Jones,
el cubo de Rubik, Los Goonies y el SIDA,
la muerte de Lennon y un tal Ronald Reagan,
E.T., Freedy Kruger y nuestro primer rock and roll.

Los años ochenta pasaron,
y el muro de Berlín
se cayó sin darnos cuenta,
bailando con Billy Jean.
Maradona miró al cielo
y Dios le tendió la mano,
me compraron un Atari
y empecé a matar marcianos.
Y entre tanto héroe de ficción
arrasaba una heroína,
y la moda juvenil era mezclar
Coca-Cola y aspirina.

Después, en los noventa, los pantalones
empezaron a caerse al más puro estilo skater.
Y de repente llegó el Nirvana total.

Y entre punk, Paco Pil, Friends y un tal Forest Gump,
el Clinton con su famosa Macarena,
los Simpsons, los piercings de ombligos y lenguas,
y yo, que al sentirme invisible tuve que empezarme a tatuar.

Los años 90 pasaron,
mientras yo era tan golfo
que le pusieron mi nombre
a la guerra del petróleo.
Y después, en el año 2000
decidí hacerme cantante;
escribiendo descubrí lo
que es realmente importante.
Siempre habrá modas absurdas,
injusticias y conflictos,
porque nuestra verdadera es
sólo con nosotros mismos.

Yo me veo contigo.
En presente y en futuro,
en la sonrisa de un niño,
en lo claro y en lo oscuro,
yo me veo contigo.

En un mundo surrealista, sin barreras ni complejos,
y tan loco, que no es rico sólo el que tiene dinero.
En un mundo descuidado sin llaves ni cerrajeros,
yo me veo contigo.

En un mundo que ahora vemos que es prácticamente un chiste,
aunque nuestro interior dice que hay indicios de que existe,
en un mundo diferente, que parece tan lejano,
sólo porque es inminente, en el fondo somos humanos.

En un mundo tan salvaje, tan brutal y despiadado,
donde no sólo se tiende ropa, sino también manos,
donde no quede ni un sitio, ni un rincón en esta tierra,
que en la misma frase vivan las palabras “hacen, guerra”.

En una canción que es noche, por su triste melodía,
y una opinión sin reproches puede convertirla en día,
también en la superficie, para mí llegan los males,
aunque yo prefiero el fondo, que es donde ves los corales.

En un mundo, que a los niños pequeños, que dibujando
al salirse de la raya les dejamos explicarlo.
En vez de recriminarles, es posible que entendamos
que donde nosotros ya no vemos nada, ellos ven algo.

Yo me veo contigo.
Yo me veo contigo.