Salta La Banca

Ponele que te miro a los ojos
y sufro de locura efervescente,
ponele que en tu boca despojo
de malas artimañas a mi mente.

Ponele que estás lejos de mi rancho,
tu risa es una ignota fantasía,
ponele que el dolor es tan ancho,
que el “trompa” de mi pecho no palpita.

Destino, temriná con este tole tole,
mimá a este servidor de manca yeta,
que alcance de una vez su par de soles,
que al mundo le hace falta de esta fiesta.

Ponele las balizas a tu oreja,
que vengo a estacionar mi exclamación,
Rosario, amigo Fito, no es tan cerca,
ni cerca de estar tranqui la razón.

Ponele que el momento que espero,
aún más que a la plebe dirigente,
es el día que entrelace mis dedos,
con lo que a tus manitas embellecen.

Ponele que me cabe la historieta,
te ha vuelto una mina diferente,
yo vengo a decorarle la jeta
pasemos a la página siguiente.

Destino, temriná con este tole tole,
mimá a este servidor de manca yeta,
que alcance de una vez su par de soles,
que al mundo le hace falta de esta fiesta.

Ponele las balizas a tu oreja,
que vengo a estacionar mi exclamación,
Rosario, amigo Fito, no es tan cerca,
ni cerca de estar tranqui la razón.

Destino, temriná con este tole tole,
que alcance de una vez su par de soles,
que al mundo le hace falta de esta fiesta.

Ponele las balizas a tu oreja,
Rosario, amigo Fito, no es tan cerca,
ni cerca de estar tranqui la razón.