Eddie Sierra

Mirando hacia atrás,
a los días de ayer,
parece tan cerca,
cuando recién empezaba,
todo era familiar.

Cantaba entre amigos
los temas de aquellos
cuatro muchachos
que al mundo revolucionaban
y no lo hacía mal.

Pronto conocí las reglas
para ser profesional.
Llevaba rocanrol en las venas
y buscaba mi lugar.

Oh Uh Oh Uh Oh Oh Oh Oh,
a contraviento.
Oh Uh Oh Uh Oh Oh Oh Oh,
a contraviento.

Recuerdo una vez
haber sido estafado,
creí la historieta
de aquellos Beatles americanos,
que me hicieron llorar.

Más tarde aprendí que
no importa ni cómo ni cúando,
ni dónde ni quién.
Si a la gente le gusta
está todo bien.

Dónde fueron las canciones
que jamás llegué a cantar.
Cuando entre aplausos
y frustraciones
yo buscaba mi lugar.

Oh Uh Oh Uh Oh Oh Oh Oh,
a contraviento.
Oh Uh Oh Uh Oh Oh Oh Oh,
a contraviento.
A contraviento.

Giré mis pasos al norte
y volé buscando los sueños
que tanto tiempo había soñado.
Los hice realidad.

Miré a los ojos
de mi compañera,
entendí la tristeza,
tuve que volver a casa
y volver a empezar.

Nada ha cambiado,
es el mismo cielo y el
camino es siempre igual.
Cada día rindiendo examen
y buscando mi lugar.

Oh Uh Oh Uh Oh Oh Oh Oh,
a contraviento.
Oh Uh Oh Uh Oh Oh Oh Oh,
a contraviento.
Oh Uh Oh Uh Oh Oh Oh Oh,
a contraviento.
Oh Uh Oh Uh Oh Oh Oh Oh,
a contraviento.
A contraviento.
A contraviento.
A contraviento.