Antonio Tarragó Ros

Todas las primaveras florecen cuchillas por el Yuquerí
y un alma zafrera levanta temprano torcaza y guñi
y en la caravana de hombres y silencios vuelvo a caminar
del brazo del tiempo a buscarla a ella en este cantar

Y era una flor silvestre su corazón agreste cuando al despertar
tendía bien la cama todas las mañanas de vuelta a empezar
prendía su pollera volando en un sueño sus ojos cambá
su pelo enredadera trepando al asiento del tren que se va

No importa cual es tu nombre te llamé Soledad
eras mujer entera mi flor jornalera mi sol popular
y todas las mañanas al trabajo los dos
pero el tiempo ha pasado y se ha terminado tu amor y mi amor

Y eran sus brazos fuertes ocho horas al día peleando el jornal
pero al amor eran tibios con el sol de estío en su puerto Yeruá
y era así y así de daba y era ese su idioma de ser y penar
si había un lugar en su cama fue del que la supo querer de verdad

Sobre el campo ondulado iba levantando la luz matinal
y en su blusa verde mis ojos se prenden como un abrojal
y no perdía la cabeza por cuatro promesas que le vaya a hacer
si había un lugar en su mesa era pal que andaba de sol sin comer

No importa cual es tu nombre te llamé Soledad
eras mujer entera mi flor jornalera mi sol popular
y todas las mañanas en aquella estación
mi canto te espera mi flor jornalera viajando al adiós

Yo quisiera que algún día escuches mi canción
porque mi tren ya no vuelve y el tuyo se pierde por otra estación
porque mi tren ya no vuelve y el tuyo se pierde por otra estación.