El Atolón de Funafuti

¿Siempre la tarde es así?
¿Con dulces sirenas en el paraíso?
Me digo, hija de la tarde, tal vez
Los sueños sean los dueños de tu hechizo
Y hechizado estoy.

Yo creo que conoces, si,
Nuestras almas infames las conoces.
Si de tanto hechizo me convertí
En el dueño de los sueños que es tu propio hechizo
Y hechizada estás.

Esta es la última carta
Que pude conseguir en el paño de trampas.
Si el tiempo olvidado yo no lo dormí
En el cajón de la tarde.

La realidad se apagó.
Bien que suban las luces de tu propio brillo.
No creo, me muero de no creer,
Que los sueños sean los dueños de tu pasado
Y pisado estoy.

Esta es la última carta
Que pude conseguir en el paño de trampas.
Si el tiempo olvidado yo no lo dormí
En el cajón de la tarde.