Laissez Faire
Laissez faire surge a principios del 2005 en Capital Federal. El nombre es adoptado por una teoría francesa fisiócrata a priori a la Revolución Francesa que daba lugar a los comerciantes al libre mercado. Se tomó el nombre con el propósito de un dejar hacer, creer, pensar, amar y verbos que tengan que ver con lo libertario, el libre pensamiento, diversa expresión y una anarquía no regulativa; algo que mute, cambie y de la posibilidad de sentir y conocer. Que todo sea una relación para formar un ideal (obviamente diverso). No hay lechos ni olas políticas, ni sociales ni estructurales, todo queda a servir del canal y el receptor el cual emerge la música Laissez.
Los estilos a los cuales se asemeja la banda son varios, por eso se trata de cultivar y expresar un poco de cada género. De aquí la idea de explayarse con dos set, un eléctrico, que cuenta con la lírica y la melodía unida fuertemente, y otro acústico, en los cuales ingresan temas más dulces, de nylon y con otros instrumentos en mano, más allá de los comunes, explora raíces propias, como el folk, algo de trova, y la canción que es la esencia de la banda.
Cada integrante aporta su fan musical, la fusión de varias bandas conforman el grito genuino que se pretende dar. Entre junio y septiembre del 2005 la banda grabó 4 temas de forma casera y dio 4 shows a lo largo del año, obteniendo una buena convocatoria y una buena crítica por parte del público, shows climáticos y eclécticos dan lugar al estilo de la banda, tocando hasta en Bahía Blanca, en el teatro Rossini, ante 250 personas, cerrando un buen año. Durante el 2006, la banda dio shows por toda la Capital Federal (Marquee, Hotel Bauen, Zaguán de Boedo, Mitos Argentinos y Tabasco) compartiendo escenario con diferentes bandas de variado género.
A fines de julio se entró en los Estudios Frida para grabar un EP de 7 temas para saltar a una plataforma mayor titulado “Puentes de pasto”.
La banda participó del Ciclo P en vivo que se dio en el Paseo La Plaza, dando presentaciones acústicas en los mese de septiembre y noviembre. El año fue cerrado en Boedo, en el Zaguán, ante 150 personas, con una entrada a beneficio de 2 alimentos para un hogar carenciado. La música seguirá transcurriendo, el arte también.