Francisco Cuestas

Cuando voy cruzando el río imaginándote
siento un resplandor de luna iluminándome
mientras crece la marea de mis fantasías recordándote
voy prendiendo las estrellas del amanecer

Siento que tocar el cielo es volverte a ver
y perderme en los abismos de tu desnudez
descifrando los secretos y las maravillas que habitan tu ser
en el templo del deseo ser tu esclavo fiel

Prisionero en tus brazos
quiero ser la hoguera donde habrás de arder
desatar el fuego y dejar correr
ríos de caricias por sobre tu piel

Prisionero en tus brazos
quiero ser ser el agua que habrás de beber
un temblor de luna derrumbándose
sobre tus instintos y apagar tu sed
y apagar tu sed

Con las letras de tu nombre tallaré en mi piel
anagramas de colores dibujandote
y en la fuente del deseo mi mejor secreto dejaré caer
para ver si al fin mis sueños puedan florecer

Prisionero en tus brazos
quiero ser la hoguera donde habrá de arder
desatar el fuego y dejar correr
ríos de caricias por sobre tu piel

Prisionero en tus brazos
quiero ser ser el agua que habrás de beber
un temblor de luna derrumbándose
sobre tus instintos y apagar tu sed
y apagar tu sed.