Britney Spears pierde la demanda contra su padre Jaime Spears
La cantante anunció que le tiene miedo a su padre, y que no volverá a cantar mientras él siga controlando su carrera.
11-nov-2020
Desde hace tiempo circula en las redes algo llamado #FreeBritney.
Se trata de un movimiento generado por fanáticos de Britney Spears de todo el mundo, para visibilizar la complicada situación de la cantante.
La estrella pop aún no consigue liberarse de su padre.
El martes por la tarde una jueza de Los Ángeles llamada Brenda Pennyse rechazó su demanda para que su progenitor Jaime Spears deje de ser su administrador y gestor de sus más de 60 millones de dólares.
Los representantes de la cantante alegan que su padre despidió al gerente de negocios de su hija y contrató a uno nuevo sin siquiera avisarle. Ante la negativa de la jueza, el equipo de abogados de la declaró: "Britney le tiene miedo a su padre y no volverá a actuar si él continúa a cargo de su carrera".
A pesar de esta advertencia, la jueza se negó a suspender al padre de Spears, aunque se ha mostrado dispuesta a escuchar los argumentos futuros para su suspensión o expulsión, que Samuel D. Ingham III, el abogado de Britney, planea presentar.
Britney, de 38 años, se encuentra en un receso indefinido en su carrera, pero trabaja activamente en su intento por recuperar el control de su vida y su dinero tras 12 años de una tutela judicial ejecutada principalmente por su padre. Sus fanáticas y fanáticos se alarman cada vez que la cantante publica un video en sus redes, ya que se la nota desmejorada, y luchan por darle visibilidad a esta situación para ayudar a la artista a liberarse de su padre.
Esta tutela (curaduría) comenzó en 2008 cuando la cantante atravesaba un periodo de inestabilidad emocional y perdió la custodia de sus dos hijos. Estos arreglos habitualmente se limitan a personas con capacidad severamente reducida de tomar decisiones por sí mismas, y se supone que son temporales.
Pero la cantante ha permanecido bajo control judicial mucho más tiempo de lo que cualquiera anticipaba.
James Spears y el cocurador, el abogado Andrew Wallet, ejecutaron esta tutela durante 11 años. El año pasado, Wallet se retiró, dejando a James Spears completamente a cargo. El padre también se retiró temporalmente como tutor de Spears, citando problemas de salud, pero mantuvo su papel como curador de sus finanzas.
En agosto de 2020, la cantante declaró que objetaba fuertemente que su padre volviera como tutor de su persona, y quiso darle a su reemplazo aprobado por la corte, Jodi Montgomery, el rol permanente.
En septiembre fue más allá al pedir que una fiduciaria corporativa, Bessemer Trust, se convirtiera en curadora de sus finanzas en lugar de su padre.
James Spears primero solicitó el regreso de Wallet como cocurador, pero Wallet se retiró ante las objeciones de Britney Spears.
James Spears dijo luego que trabajaría con Bessemer Trust, pero ahora la cantante insiste que tal arreglo estaría “destinado al fracaso” y que su padre necesita retirarse del todo.
En documentos presentados por su abogado designado por la corte para la curaduría, Samuel Ingham III, Spears dijo que su padre claramente trataría de "retener el total control funcional de sus bienes, libros y discos pese a las objeciones de Britney".
También citó que recientemente él no le notificó que su gerente de negocios había renunciado y que designó a uno nuevo, y dijo que ella planea objetar los informes contables que se harán en la audiencia del martes.
En sus propios documentos, James Spears argumentó que ha hecho bien su trabajo al llevar el patrimonio a su valor actual de más de 60 millones de dólares tras haber estado en deuda y enfrentar demandas por decenas de millones.
Vivian Lee Thoreen, la abogada de James Spears, argumentó que la interrupción de la tutela podría poner en peligro la fortuna de la artista, y defendió el rol de su cliente expresando: “No creo que haya una pizca de evidencia que respalde la suspensión de mi cliente”.
En este sentido, su abogada ha alegado que siempre ha actuado en beneficio de los intereses de su hija. Sin embargo, la jueza sí ha aceptado que Bessemer Trust Company se convierta en co-conservadora del patrimonio de la artista, a petición de sus abogados.
La madre de Britney, Lynne, que está separada de su ex marido, hizo una declaración a través de su abogado calificando la relación entre su hija y su ex como tóxica. "Los conflictos no son infrecuentes en las familias, pero esta no es una familia habitual", dijo.
La mayoría de los abogados involucrados, junto con los padres de Britney Spears, participaron en la audiencia por videollamada. La artista no estuvo presente durante la audiencia.
Britney reconoció que el arreglo era necesario cuando se estableció y que probablemente salvó su carrera, y se mantuvo en silencio a lo largo de casi todos estos años.
Pero en agosto empezó a expresar públicamente sobre quién supervisaba su vida y dinero, pidiendo mayor transparencia en solicitudes en la corte a menudo secretas, e incluso declarando su solidaridad con los fans que han exigido en manifestaciones y posts el famoso #FreeBritney.
Por ahora, la jueza Pennyse fijó otra audiencia para el 16 de diciembre, según una orden presentada en el expediente del caso.