Sergio Dalma

Si la ves recuérdale
que algún día ha de volver,
que su sombra está a i lado,
que mi perro la ha buscado.

Ya aprendí a tomar café
con la soledad, también,
que sepa que de vez en cuando
la he pensado mientras canto.

Y si la ves, tú dile que se le olvidó
la vieja foto con el rostro de Charlot.

Si la ves dile, además,
que inigualable quedará,
que la puerta queda abierta
en caso que ella se convenza.

Que hay errores que no son cosas de infiel,
que su amor quedó tatuado sobre mi piel.

Y si la ves dile que no la culparía,
que la culpa es mía, solamente mía,
que no me condene.
Dile que pago el precio de aquella mentira,
maldita manía, si se siente herida
que me perdone.
Y que la amo, que aún la amo,
díselo.

Si la ves, amigo mío,
dile que vivo convencido
que su adiós fue simulado,
que ella nunca lo ha aceptado.

Y dile que no finja inútilmente,
que vagando entre la gente se perderá.

Y si la ves dile que no la culparía,
que la culpa es mía, solamente mía,
que no me condene.
Dile que pago el precio de aquella mentira,
maldita manía, si se siente herida
que me perdone.
Y que la amo, que aún la amo,
díselo.

Y si la ves dile que no la culparía,
que la culpa es mía, solamente mía,
que no me condene.
Y que la amo, que aún la amo,
díselo.