Artista

Manuel Carrasco

ME DIJERON DE PEQUEÑO - SINGLE

2018

1 ME DIJERON DE PEQUEÑO

Me dijeron de pequeño “¿Dónde vas? Que tú no puedes”,
y aquí sigo peleando con la indecisión de siempre.
Me enseñaron a crecerme a los pies de la derrota,
esos mismo que no crecen y que huyen como idiotas.

Me escondía de mí mismo, me buscaba entre los miedos,
me encontraron mucho antes de encontrarme yo primero.
Aún me sale tan de repente las alarmas del naufragio,
y me sale defenderme por el miedo a tanto daño.

Amigos, enredadera, artista del postureo,
regalarte los oídos forma parte de su juego.
Y me canso de las luces, de la gente de mentira,
de sus palabras me aburro, de los guays de pacotilla.

Y si vas a ir de digno péinate, pero por dentro,
ponte guapo pa’ ti mismo, no te engañes si no es cierto.
Hay un barco a la deriva en las dudas que me asaltan,
seguiré su travesía, entonando las palabras.

Y quiéreme como te quiero, es decir, más que a mí mismo,
pero quiérete primero y será fuerte el idilio.
No me busques en la luna ni en el espacio infinito,
que volando a ras de suelo me encontrarás aquí mismo.

Y para que quede claro, por si algunos no lo entienden,
eruditos y entendidos, que mi acento es mi ADN.
Que no es ninguna bandera, que es una canción de cuna
que mi madre me cantaba bajo la luz de la luna.

Si levanto la mirada sé que voy a verla a ella,
tan dispuesta a la batalla, que no necesito estrella
que me alumbre en el camino, ni que guie cada paso,
lo único que necesito es este amor desesperado.

Soy de los que nunca creen, de los que apuestan por otros,
a veces me cuesta verme, cierro mi propio cerrojo.
Aprendiendo con más hambre de los logros y fracasos,
todavía veo al niño por los charcos, reflejado.

Y quiéreme como te quiero, es decir, más que a mí mismo,
pero quiérete primero y será fuerte el idilio.
No me busques en la luna ni en el espacio infinito,
que volando a ras de suelo me encontrarás aquí mismo.

Y para que quede claro, por si algunos no lo entienden,
eruditos y entendidos, que mi acento es mi ADN.
Que no es ninguna bandera, es una canción de cuna
que mi madre me cantaba bajo la luz de la luna.

Y quiéreme como te quiero, es decir, más que a mí mismo,
pero quiérete primero y será fuerte el idilio.
No me busques en la luna ni en el espacio infinito,
que volando a ras de suelo me encontrarás aquí mismo.

Pero cuando encuentro espacio en los escombros, resucito,
aunque pierda siempre gano, nunca me des por vencido.
¿Cuántas veces intentaron que vendiera mis principios,
menos mal que no pudieron arrancarme de mi sitio.

Y para que quede claro, por si algunos no lo entienden,
eruditos y entendidos, que mi acento es mi ADN.
Que no es ninguna bandera, que es una canción de cuna
que mi madre me cantaba bajo la luz de la luna.

Me dijeron de pequeño
“¿Dónde vas? Que tú no puedes”.