Artista

Miguel Cantilo

SAQUEO

1994

3 UN DÍA EN LA CALLE

La gente que sale temprano en invierno antes que el sol
Espera temblando el tiránico ómnibus que puede parar o no.
Las chicas se asoman de algún puti club
Por no bajar los precios, perdieron y piden prestado al portero del pub.

A las ocho y media despiertan las secretarias bilingües
Con sus entreabiertos tapados muy negros que nuestran hasta las ingles
Y casi a las nueve arrancan sus jefes pisando lujosos
Modelos blindados oscuros de privacidad.

Un día en la calle, un día en mi ciudad.

A media mañana el tránsito es dueño de la situación
En las bocacalles hay duelo de trompas y pura contaminación
En los subterráneos, los micros y el tren
Van los condenados al hacinamiento en silencio, sin mirar a quién.

A mediodía tiene hambre el hombre
Tiene apetito la mujer
Esta ciudad es una mamá enorme
Alimentándonos a usted, a usted, a mí y a él.

El sol de la siesta calienta a los desocupados en pie
Y algunas palomas a los jubilados les tiran algo de comer
En bancos de plaza, con excitación, parejas acróbatas
Buscan la pose que les traiga satisfacción.

Un caos de ruidos ahuyenta las aves al atardecer
Se chupan la gente los taxis, las bocas de subte y la estación de tren.
Escapa del centro hasta el mismo sol y frente al Congreso
Latidos de bombo son ecos de un pobre corazón.

Un día en la calle, un día que se va.

Segundos afuera, familias a casa a ver televisión
La noche de asfalto es un baile de máscaras, casi una cena show
El rey cartonero, la niña mujer, destapan las ollas
De los basureros gigantes del Palace Hotel.

A media noche tiene hambre el hombre, tiene apetito la mujer
Esta ciudad es una cama enorme
Para hacer el amor, dormir, fantasear, despertar y seguir.