Miguel Cantilo

Había una vez un águila
que fue criada en un gallinero como un ave más
dentro del corral

Y cada vez que al pasar
por los espejos de pozos de agua
se contemplaba se preguntaba
por qué por qué soy tan extraña quiero ser normal

No estoy no estoy no estoy muy sana
algo tengo mal

El pico era muy grande
y además ineficaz
para atrapar el grano
a la par de las demás

Qué soy, qué soy se preguntaba
yo no soy normal
yo soy yo soy un ave rara
se me ve muy mal

Solo quería ser una gallina
como las otras en aquel corral
pero tenía mirada bravía
iba agachada para disimular

Yo soy yo soy una gallina
sé cacarear
la voz la voz era distinta
era de águila

Y así una vez al azar
un andinista que trepaba cumbres
acertó a pasar por aquel lugar

No bien la vio se asombró
qué hacés viviendo como una gallina él le preguntó
y ella contestó
yo soy yo soy una gallina desde que nací
sintió sintió que la ofendía
al hablarle así

Tenés mirada pico y el cantar
particular del águila
bajo tus plumas seguro habrá
un corazón de águila

Yo soy yo soy una gallina ella recordó
no sé no sé trepar las cimas tengo vértigo

El andinista se dijo a sí mismo
todo será probado alguna vez
en una bolsa metió el ave ahí mismo
y a las montañas con ella partió
trepó trepó con pies y manos hasta divisar
allá allá en lo más alto nidos de águila

Y una vez que estaba allí
la bolsa abrió sacudiéndola al viento
y aquel águila quedó en libertad

Se retorció con temor
dudas y miedos la paralizaron
su pecho se cerró
y a caer empezó

Cayó cayó su cuerpo duro hasta que por fin
sintió sintió un gran impulso muy dentro de sí

Abrió los ojos y encontró
la inmensidad del cielo azul
el horizonte se le balanceó
con abismal infinitud
sintió sintió sobre sus plumas el viento soplar
llenó su pecho de bravura pudo respirar

Fue así que el águila por vez primera
oyó en la altura algo familiar
el firme grito de sus compañeras
como un estímulo para aletear

Voló voló voló más alto por la bóveda
qué bien qué bien sabía hacerlo era un águila
voló voló voló más alto por la bóveda
qué bien qué bien sabía hacerlo era un águila.