Artista

Mercedes Sosa

HOMENAJE A VIOLETA PARRA

1971

1 DEFENSA DE VIOLETA

Dulce vecina de la verde selva
huésped eterno del abril florido
grande enemiga de la zarzamora, Violeta Parra

Jardinera, locera, costurera

Bailarina del agua transparente
árbol lleno de pájaros cantores, Violeta Parra

Has recorrido toda la comarca
desenterrando cántaros de greda
y liberando pájaros cautivos entre las ramas

Preocupada siempre de los otros
cuando no del sobrino, de la tía
cuándo vas a acordarte de ti misma, Viola piadosa

Tu dolor es un círculo infinito
que no comienza ni termina nunca
pero tú te sobrepones a todo, Viola admirable

Cuando se trata de bailar la cueca
de tu guitarra no se libra nadie
hasta los muertos salen a bailar, cueca valseada

Cueca de la Batalla de Maipú
cueca del Hundimiento del Angamos
cueca del Terremoto de Chillán, todas las cosas

Ni bandurria ni tenca ni zorzal
Ni codorniza libre ni cautiva

Tú, solamente tú, tres veces tú
ave del paraíso terrenal

Charagüilla
gaviota de agua dulce

Todos los adjetivos se hacen pocos
todos los sustantivos se hacen pocos
para nombrarte

Poesía, pintura, agricultura

Todo lo haces a las mil maravillas
sin el menor esfuerzo
como quien se bebe una copa de vino

Pero los secretarios no te quieren
y te cierran la puerta de tu casa
y te declaran la guerra a muerte, Viola doliente

Porque tú no te vistes de payaso
porque tú no te compras ni te vendes
porque hablas la lengua de la tierra, Viola chilensis

¡Porque tú los aclaras en el acto!

Cómo van a quererte?, me pregunto!

Cuando unos tristes funcionarios
grises como las piedras del desierto
¿No te parece?

En cambio tú
Violeta de los Andes
flor de la cordillera de la costa
eres un manantial inagotable de vida humana

Tu corazón se abre cuando quiere
tu voluntad se cierra cuando quiere
y tu salud navega cuando quiere, aguas arriba

Basta que tú los llames por sus nombres
para que los colores y las formas
se levanten y anden como Lázaro, en cuerpo y alma

¡Nadie puede quejarse cuando tú
cantas a media voz o cuando gritas
como si te estuvieran degollando, Viola volcánica!

Lo que tiene que hacer el auditor
es guardar un silencio religioso
porque tu canto sabe adónde va, perfectamente

Rayos son los que salen de tu voz
hacia los cuatro puntos cardinales
vendimiadora ardiente de ojos negros, Violeta Parra

Se te acusa de esto y de lo otro
yo te conozco y digo quién eres
¡Oh corderillo disfrazado de lobo!, Violeta Parra

Yo te conozco bien, hermana vieja

Norte y sur del país atormentado
Valparaíso hundido para arriba
¡Isla de Pascua!

Sacristana cuyaca de Andacollo
tejedora a palillo y a bolillo
arregladora vieja de angelitos, Violeta Parra

Los veteranos del setenta y nueve
lloran cuando te oyen sollozar
en el abismo de la noche oscura
¡Lámpara a sangre!

Cocinera, niñera, lavandera
Niña de mano
todos los oficios

Todos los arreboles de los crepúsculos
Viola funebris

Yo no sé qué decir en esta hora
la cabeza me da vueltas y vueltas
como si hubiera bebido cicuta, hermana mía

Dónde voy a encontrar otra Violeta
aunque recorra campos y ciudades
o me quede sentado en el jardín, como un inválido

Para verte mejor cierro los ojos
y retrocedo a los días felices
¿Sabes lo que estoy viendo?
tu delantal estampado de maqui

¡Río Cautín! ¡Lautaro! ¡Villa Alegre!

¡Año mil novecientos veintisiete, Violeta Parra!

Pero yo no confío en las palabras
¿Por qué no te levantas de la tumba?

A cantara, a bailar
a navegar en tu guitarra?

Cántame una canción inolvidable
una canción que no termine nunca
una canción no más
una canción, es lo que pido

Qué te cuesta mujer árbol florido
álzate en cuerpo y alma del sepulcro
y has estallar las piedras con tu voz, Violeta Parra

Esto es lo que quería decirte
continúa tejiendo tus alambres
tus ponchos araucanos
tus cantaritos de Quinchamalí

Continúa puliendo noche y día
tus tolomiros de madera sagrada
sin aflicción, sin lágrimas inútiles

O si quieres con lágrimas ardientes
y recuerda que eres
un corderillo disfrazado de lobo