Artista

Joaquín Sabina

EL HOMBRE DEL TRAJE GRIS

1988

12 RAP DEL OPTIMISTA

Era un grupo de esos que ves en un garito por cien pavos,
coca, birra y sexo, cresta de almidón, chupa con clavos.

Eran cuatro mendas de una intensidad provocadora
gritándole al mundo: "¡Por fin a llegado nuestra hora!"

Y tocaba rocanrol,
algo inmaduro pero rocanrol, pelín oscuro pero rocanrol
bastante duro pero rocanrol, si no hay futuro ¡viva el rocanrol

Hasta que llegó el verano
y les presentaron a un locutor
que tenía un amigo arreglista
que era vecino de un productor casado
con una teclista muy vanguardista
que era la amante de un elegante representante
que tiene un socio con mucha vista
pa hacer con los cantantes.

Y llegó la VISA, con su chantaje,
y empezó la prisa de los viajes
y se acabó la risa.

Ya no van a bares, montan sus movidas en privado,
saben adaptarse a las exigencias del mercado;
seis galas hicieron con el Duque en las municipales
fueron los terceros de los no-sé-cuantos principales.

Ahora tocan puro pop (du-du-á),
intencionado pero pop (du-du-á),
pelín pesado pero pop (du-du-á)
elaborado pero pop (du-du-á),
contra el pasado: ¡larga vida al pop!

Desde que llegó el verano
y les presentaron a un asesor de imagen
que estaba enrollado
con la sobrina de un promotor cuñado
de cierta modista que era la esposa
de un columnista de esa revista tan prestigiosa por su talento
para la cosa del lanzamiento de los artistas.

Ahora van de Yuppies -fotos en Hola-
juran por Snoopie, que es lo que mola,
pasan de las goupies.

Hoy tocan el rap del optimista
en vez del blues de la necesidad
hasta en consulta del dentista
suenan por el hilo musical.

Quedaron con el voto portugués
los decimoterceros en Eurovisión
ellos que juraban comerse la vida
fue la vida y se los merendó.

Y aunque han pisado más de una mierda
sus zapatos de gamuza azul
ahora van con Lottuse sobre las moquetas
y a Solana lo tratan de tú.

Que nadie se sienta aludido,
a mí las moralinas me hacen vomitar
quise hacer un cuento divertido,
sin parecido con la realidad.

Que se quede cojo de las tres piernas
cierto crítico que hay por ahí
si miento cuando digo que nunca pido consejos y jamás los dí.

A no ser al tipejo ese del espejo que me vacila cantidad
a veces me hace un corte de mangas y dice: "no hay quien te soporte, chaval".

Al fin y al cabo lo único que pasa es que necesitaba componer (pa comer)
una canción que terminara de una maldita vez este elepé.

Ya quisiera yo en lugar de este reggae, haber escrito Rapsodia en blue,
Chelsea Hotel, Guantanamera, Tatuaje o She Loves You (yé, yé, yé).
Pedro Navaja, Like a Rolling Stone, Dos gardenias para ti,

Mira que eres canalla, No hago otra cosa que pensar en ti,
Marieta, La estatua del jardín botánico, Moon over Bourbon street.
Qué culpa tengo si a lo más que llego es a

Pongamos que hablo de
Pongamos que hablo de
Pongamos que hablo de.