Artista

Joaquín Sabina

EL HOMBRE DEL TRAJE GRIS

1988

1 EVA TOMANDO EL SOL

Todo empezó cuando aquella serpiente
me trajo una manzana y dijo: "Prueba".
Yo me llamaba Adán;
seguramente tú te llamabas Eva.

Vivíamos de squatters
en un piso abandonado de Moratalaz,
si no has estado allí
no has visto el Paraiso Terrenal.

Cogimos un colchón de una basura,
dos sillas y una mesa con tres patas,
mientras yo emborronaba partituras,
tú freías las patatas.

Plantamos cañamones de Ketama
y un tiesto nos creció ante el ventanal,
con una rama de árbol
de la ciencia del bien y del mal.

A Eva le gustaba estar morena
y se tumbaba cada tarde al sol,
nadie vio nunca una sirena
tan desnuda en el balcón.

Pronto en cada ventana hubo un marido
a la hora en que montaba el show mi chica,
aunque la tele diera en diferido
el Real Madrid-Benéfica.

Un día la víbora del entresuelo
en trance a su consorte sorprendió
formó un revuelo y
telefoneó al cero noventa y dos.

Y como no teníamos apellidos,
ni hojas de parra, ni un tío Concejal,
ni más Dios que Cupido
no sirvió de nada protestar.

Eva tomando el sol, bendito descontrol,
besos, cebolla y pan... ¿qué más quieres Adán?

Un juez que se creía Dios
dispuso que precintara un guardia nuestro piso,
no quedan plazas
para dos intrusos en el Paraíso.

Estábamos sobre el colchón desnudos,
jugando a nuestro juego favorito;
al ver entrar la pasma,
Eva no pudo sofocar un grito.

A golpes la bajó por la escalera
un ángel disfrazado de alguacil,
sin importarle un pijo
que estuviera encinta de Caín.

Hoy Eva vende en el supermercado
manzanas del pecado original;
yo canto en la calle Preciados,
todos me llaman Adán.

Eva tomando el sol, bendito descontrol,
besos, cebolla y pan... ¿qué más quieres Adán?
Eva tomando el sol, bendito descontrol,
besos, cebolla y pan... ¿qué más quieres Adán?