Artista

Joaquín Sabina

FISICA Y QUIMICA

1992

5 TODOS MENOS TÚ

Nietos de toreros disfrazados de ciclistas,
ediles socialistas, putones verbeneros,
peluqueros de esos que se llaman estilistas,
musculitos, posturitas, cronistas, carroñeros.

Divorciadas calentonas con pelo a lo Madonna,
trotamundos, fantasmas, soplones de la pasma,
pintorcillos vanguardistas, genios del diseño,
camellos que te pasan papelinas contra el sueño.

Marcadores de paquetes en la cola del retrete,
escritores que no escriben, vividores que no viven,
jet de pacotilla, directores que no ruedan,
más chorizos que en revilla con corbatas de seda.

Muera la locura, viva el trapicheo,
tontopollas sin cura, estrategas del magreo,
petardeo de terraza, pasarela, escaparate,
Archy, Joy, Stella, ¿Cómo vais de chocolate?.

Tiburones de la noche con teléfono en el coche y con fax.
Caballeros en oferta, señoritas que se quieren casar.

Caraduras, obsesos, gualtrapas, lameculos,
azafatas de congreso del brazo de sus chulos,
Superman en camiseta y en la pista dando brincos
la colección de tetas que hacen bulto en Telecinco.

Mulatonas caribeñas que ponen a la peña de pie,
Blanca Nieves en trippie, amor descafeinado,
Cenicienta violando al Príncipe encantado.

Cicerones de la ruta del mal,
mercachifles del vacío total,
especialistas en nada, inventores del TBO,
Julietas demacradas que no encuentran a Romeo.

Estaban todos menos tú.
Todos menos tú.

Y yo marcando el 369 22 30,
como un idiota para oírte repetir,
en el contestador que te has largado de Madrid.

Y una tribu de repatriados de Ibiza
que dejaron de ser hippies, pero no de ser palizas,
filósofos con caspa, Venus oxidadas,
apóstoles del SIDA, lengua envenenada.

Motoristas hitlerianos con guantes en la mano,
guitarristas de loquillo, kubalas de banquillo.

Doctores en chorradas,
triunfadores con mosca,
yuppies que esta temporada
no se comen una rosca.

Equilibristas del tedio,
un gorila armando gresca en el bar.

Vampiros al asedio de sangra
fresca para chupar.

Paparazzis, reinonas, skins, perdonavidas
y un notario de Pamplona que viene a la movida.

Muertos que no se suicidan,
niñatos, viejos verdes,
y un cuñao de una querida
del Marqués de Villa Verde.

Pinchadiscos que te dejan K.O.,
con la cosa del bacalao,
morenazos de balcón y rayos U.V.A.,
futurólogos borrachos como cubas,
un tal Pepe que te puede contar
doce mil de lepe sin respirar.

Naricillas de saldo, tabiques de platino
y un psicólogo argentino mostrándote el camino.

Estaban todos menos tú.
Todos menos tú.

Y yo marcando el 369 22 30,
sin escuchar lo que me cuentan

Todos menos tú.
Todos menos tú.

Y yo más triste que un pingüino en un garaje,
como un borrón en el paisaje de la multitud.

De todos menos tú.

Y yo marcando el 369 22 30,
sin escuchar lo que me cuentan

Todos menos tú.

Y yo con manchas de carmín en la memoria
igual que un perro en el entierro de mi juventud.

Entre todos menos tú.
Y yo marcando el 369 22 30,
sin escuchar lo que me cuentan

Todos menos tú.