Karina

Cuando supliqué tu amor
orgulloso me mirabas,
con desprecio jugabas
con mi pobre corazón.

Fui a pedirle al Creador
que mi plegaria escuchara,
y al ver que tú no me amabas,
ya nada me consoló.

Pero verás, cuando estés muy solo,
solito y solo tú sufrirás.
Pero verás, cuando estés muy solo,
solito y solo tú llorarás.

Tú no me olvidaste,
alguien me ha contado,
que toque tu cuerpo sueñas tú,
que sean mis manos.

Tú no me olvidaste,
como andas diciendo,
que ahora la pasas mejor,
que te vive queriendo.

Pero mientes, tú no me olvidaste,
esa que encontraste no te atiende bien.
Pero mientes, tú no te conformas,
no tiene la forma fogosa de amar.

Quien toque tu cuerpo, sueñas tú,
que sean mis manos.
Tú no me olvidaste.