Sandra Mihanovich

Era día, era de contrabando
que llegaba silbando hasta mi corazón.
Te esperaba a orillas de la ternura,
a orillas de la locura, te esperaba mi amor

Te abrigaba siempre la esperanza de acortar distancias,
de vivir de a dos.
Te guardaba en mi sangre, mis ansias
te guardaba en mi alma , te guardaba mi amor.

Y hoy solo queda un recuerdo
que me teje el invierno para no temblar,
tu voz se cuela en la sombras de mi puerta
y me nombra en cada despertar.
Yo quiero un mágico vuelo
que me lleve a tu cielo para regresar
al sitio donde mi piel quedó enredada en tu piel
para volverte a amar.

Era un ángel asombrando el aire
tú mirada cercana humillando al sol
tú mirada detenida en la mía,
tú mirada encendida, tú mirada mi amor.

Y tú cuerpo alimentando el mío
era un mapa extendido sobre la pasión.
Me enseñaba a descubrir la vida
que en mis venas ardía, me enseñaba mi amor.

Y hoy solo queda el recuerdo
que me teje el invierno para no temblar,
tu voz se cuela en la sombra de mi puerta
y me nombra en cada despertar.
Yo quiero un mágico vuelo
que me lleve a tú cielo para regresar
al sitio donde mi piel quedó enredada en tu piel
para volverte a amar.