Grupo Trinidad

Cómo te acostumbraste a que otras manos
caminen por tu piel, y no sea yo.
Cómo te acostumbraste a desvestirte
delante de otro hombre que no sea yo.

Cómo te acostumbraste a hacer las cosas,
a ceder cariño y no sea yo.

Se te olvidó,
se te olvidó que fuiste mía mil noches,
y me pedías que toda te toque,
con muchas ganas que te haga el amor.
Se te olvidó
esa promesa que me hiciste aquel día,
cuando llorando me dijiste,
mi vida, nuca te alejes de mi corazón.

Y lo que nunca, nunca podrás olvidar
es que te decía: “Ay, vida!”

Cómo te acostumbraste a otro perfume,
con otro disfrutar, y no sea yo.
Cómo te acostumbraste a arder de noche,
para brindar calor y no sea yo.

Cómo te conformaste estando lejos,
terminar el amor y no sea yo.

Se te olvidó,
se te olvidó que fuiste mía mil noches,
y me pedías que toda te toque,
con muchas ganas que te haga el amor.
Se te olvidó
esa promesa que me hiciste aquel día,
cuando llorando me dijiste,
mi vida, nuca te alejes de mi corazón.