Santiago Cruz

Dime que tú sabes para dónde vamos,
Porque yo no sé, yo voy tras de ti, yo camino contigo

Dime que no hay rastro de esa cruel tormenta,
De la que escapamos antes de encontrarnos, que ya cedió la niebla.

Dime aunque me mientas, que ya falta poco, que no me doy ni cuenta;
Pero si es tu voz la que guía mis pasos, que sea lo que Dios quiera.

Más de muchas veces, me cuesta admitirlo,
Me escondí detrás de alguien que no soy, de un ser desconocido

Hoy cierro los ojos, abro otros sentidos y sé que eres tú,
La que puede ver mejor que yo el destino.

Dime lo que quieras, dime lo que esperas,
Que tengo el alma abierta, y será tu voz la que guíe mis pasos,
Allá donde Dios quiera.

Dime que no hay nada que perder,
Cuando se entrega sin reserva el corazón,
Dime que aún se puede tener fe,
Si permitimos que nos lleve la intuición.

Dime que tendremos el valor para soñar por vez primera.

Dime que no hay nada que perder
Cuando se entrega sin reserva el corazón
Y dime que aún se puede tener fe,
Si permitimos que nos lleve la intuición

Dime que tendremos el valor para soñar por vez primera.
Dime que tendremos el valor y que sea lo que Dios quiera,
Lo que Dios quiera.