Los Nocheros

Te vas, dejándome, el corazón,
perdido en sombras de dolor.
Que cada minuto que se apura en el reloj,
es el mismo infierno que se parte en dos.

Pero si te vas, negándome el sol,
yo he de morir de amor, en vos.
Ayer deje la piel, testigo fue,
tu sentimiento amándome.

Te entregué la luna y las estrellas a tus pies,
te llevé a la cima del amor y de la fe.
Echando a volar que pudiera ser,
entre mis cosas tú, y que no fue.

Anoche la luna no me quiso responder,
me dijo que el tiempo no era el único tal vez,
de apagar el fuego, de aplacar los sueños,
de tomar con calma, no volverte a ver.
Anoche la luna no me quiso responder,
porque el amor, se fue.

Te amé, siempre te amé,
casi a morir, de la cabeza hasta los pies.
Me aprendí tu nombre de derecho y del revés,
y como un glosario cada tramo de tu piel.
Devorándome, sorprendiéndome,
con tu primera vez yo me quedé.

Ya ves, estoy de pie y en el andén,
entre la gente te perdí.
Del anuncio dice que tu tren debe partir,
se me estruja el alma que agoniza lenta y gris.
Me hace bien decir que te amé hasta el fin,
aunque no fuiste tú, igual a mí

Anoche la luna no me quiso responder,
me dijo que el tiempo no era el único tal vez,
de apagar el fuego, de aplacar los sueños,
de tomar con calma, no volverte a ver.

Anoche la luna no me quiso responder,
porque el amor, se fue.
Anoche la luna no me quiso responder,
porque el amor, se fue.