Pez

Puedo mirar detrás de tu cabeza
y es como ver detrás de una cortina
hoy tu sombra no es igual
corrés a cualquier lugar
y al despertar querés saber

Tomás un tren, sólo te sobra vida
la soledad no es más tu enemiga
y como castigo final
en vos mismo reencarnás
la historia te repetirá

No sabés cuánto se tarda
y sin apuesta no hay final
¿Cuánto estás dispuesto a perder?
¿Cuánto dispuesto a arriesgar?

Aprendés a precisar
te acordás de qué jugás
y es otra fuga en la ciudad

No sabés cuánto se tarda
y sin apuesta no hay final
¿Cuánto estás dispuesto a perder?
¿Cuánto dispuesto a arriesgar?

Hoy das vueltas en tu cama
y no pasa si no arrancas
la espera que se hace larga
nadie te va a rescatar.