JÓVENES PORDIOSEROS
Compuesto por 12 canciones, la frase "Había una vez un cuco..." abre este nuevo álbum lleno de rock and roll, y una vez que se transitan las diferentes canciones se escucha una voz, lapidaria: "Demasiado tarde; el cuco está aquí", con lo cual uno puede imaginarse con qué va a encontrarse.
Las melodías pegadizas y el estilo propio que Jóvenes Pordioseros lleva como sello se puede apreciar en cada tema, acompañado ello por letras donde Toti Iglesias le canta a su hija, a sus mujeres, a sus vicios y, por supuesto, al rock and roll.
Estoy mirando la casa vacía,
el silencio de mi habitación,
recuerdo tu voz, que decía:
“Nunca me dejes, mi amor”.
¿Por qué te vas?
Quedate una noche más.
¿Por qué te vas?
“Nunca volvés a casa a dormir”, decía,
y no la quise escuchar.
Ella es mi sombra, ella siempre está.
Ella es mi sombra, ella...
Sobra una almohada, la cama es muy grande,
la ropa que no se llevó.
Voy a enfermarme, tomando,
esperando que llame y nunca llamó.
¿Por qué te vas?
Quedate una noche más.
¿Por qué te vas?
“Nunca volvés a casa a dormir”, decía,
y no la quise escuchar.
Ella es mi sombra, ella siempre está.
Ella es mi sombra, ella...
Ella es mi sombra, ella siempre está.
Ella es mi sombra, ella...
Ella es mi sombra, ella siempre está.
Ella es mi sombra, ella...
¡Tan rica!
Fuiste muy egoísta conmigo,
no atendías los llamados,
pasé de ser tu novio amado
a que me pises como a un trapo.
Y no entiendo porqué te fuiste,
si te di todo lo que quisiste,
siendo mala sos tan buena,
¿Porqué me hablás con tanta dureza, amor?
Maleducada, pendeja atrevida,
maleducada, pendeja atrevida.
Me abracé a un rosario anoche,
recé por vos y me tiré a dormir,
me gustaría abrazarte un minuto,
ni el Vaticano me puede curar.
Y si volvés prometo tomar menos,
es que, nena, nena, yo te quiero,
vamos a hablar, no tengas miedo,
tomar “gilada” no nos puede alejar, mi amor.
Maleducada, pendeja atrevida,
maleducada, pendeja atrevida.
Maleducada, pendeja atrevida,
maleducada, pendeja atrevida.
Antes salía de noche a noche,
andaba de bar en bar, de coche en coche,
desde que saliste de la panza de tu madre
ya no vuelvo tarde, sólo quiero abrazarte.
Antes andaba tomando porquerías,
gastando mi salud, gastando mi vida.
Ahora vuelvo temprano para verte,
es que una sonrisa tuya son diez vidas mías.
De todas las vidas que tu ve antes
que vos nacieras, no recuerdo ninguna,
mi bautismo fue el día que el doctor dijo:
“Señor, es una nena”.
Y me gustaba amanecer con mujeres,
en camas desconocidas,
ahora que te tengo, hija de la luna,
sólo me importa dormir al costado de tu cuna.
Me la pasaba rodeado de gente armada,
pero con tu primer palabra sentí en mi cuerpo diez balas,
sé que con vos no hay ninguna,
soy el hijo de la noche, vos sos hija de la luna.