Rodrigo

Desde la cárcel te escribo, querida madre de mi alma
Desde la cárcel te escribo, querida madre de mi alma
sin ti yo no siento calma en esta sombra en que vivo,
las penas las sobrevivo por esta fuerza que muevo,
es la oración que hoy elevo al supremo redentor
para que entienda el error de esta condena que llevo,
la libertad es lo primero que tiene el hombre en la vida,
es una luz encendida que brilla en cada lucero,
es la distancia del cielo y es la grandeza del mar,
es no tener que ocultar la cara tras nuestras manos,
es lo mas lindo y humano que podemos conservar.

Solo mi madre comprende las penas que yo he sufrido
solitario en el olvido, donde nadie a mi entiende,
aqui en la cárcel se aprende lo que es pan, lo que es abrigo,
lo que es tener un amigo cuando nos falla la suerte,
la cárcel es como la muerte y yo por eso la maldigo.

Para que aprenda, aquel que no haya sufrido,
para que aprenda, oígame yo se lo digo.
Para que aprenda, aquel que no haya sufrido,
para que aprenda, oígame yo se lo digo.
para que aprenda, estoy solo en el olvido, por favor
yo se lo pido cuídese bien amigo.
Para que aprenda, aquel que no haya sufrido,
para que aprenda, oígame yo se lo digo.
para que aprenda, la carcel es como la muerte,
para todos mis companeros pronta libertad y mucha suerte!

Madre en mi posdata un te quiero, homenaje a Maby y Santiago,
el sodero del pueblo, cortico, Juan Bautena y el sodero mayor
Ismael Rivera que vivieron aqui, en la prisión.