Kurday

Cuando en el barrio aparecí,
provinciano me decían,
pero ninguno sabía
que llegué por necesidad.

Ya mis viejos no podían
aguantar tanta desdicha,
y tantas palabras dichas,
trabajar y progresar.

De comer todos los días
ya no podíamos hablar,
fui dejando sin pensar
amigos, hermanos, viejo pueblo.

Voy llegando a la ciudad,
desamparado y con mis sueños
de trabajar para girar
ese pan para mis viejos.

Acá estoy, no me voy,
Buenos Aires, no me voy,
cunado ya cumpla mis sueños,
pueblo mío, allá voy.
Acá estoy, no me voy,
Buenos Aires, no me voy,
cunado ya cumpla mis sueños,
pueblo mío, allá voy.

Inseguro al caminar,
inseguro al preguntar,
con vergüenza pueblerina,
voces amigas que no están.

Voy peleándole a la vida
y sangrando por la herida,
escuchando las canciones
que me hacen recordar.

Si se inclina la subida
y te hace padecer,
es tarde para la vuelta
por más vencido que estés.

Ya no está ese cielo abierto
donde pude ayer soñar,
pero vuelvo con mis sueños
esperando despertar.

Acá estoy, no me voy,
Buenos Aires, no me voy,
cunado ya cumpla mis sueños,
pueblo mío, allá voy.
Acá estoy, no me voy,
Buenos Aires, no me voy,
cunado ya cumpla mis sueños,
pueblo mío, allá voy.

Mi Buenos Aires querido... Adiós.
Adiós. Adiós.