Diego Bisio

Esa mancha en tu océano
y el espectro que la precede,
hacen que a veces no te veas bien,
brillar más, menos,
brillar más, menos.

Por una fracción de colibrí,
ruedan las cabezas al final,
y al plasmar tanta ferocidad,
brillar más, brillas más.

Es como una mueca flotando
bajo un vendaval retórico,
que hace añicos toda voluntad,
brillas más, menos,
brillar más, menos.

Cuelga en la terraza-mirador
otro corazón que no duró,
y alguien pasa asqueado de pensar,
sin mirar, creo,
sin mirar, creo.

Brillar más.
Brillar más.