Artista

Melendi

AHORA

2018

4 PARA QUE NO SE ESCAPEN TUS MARIPOSAS

Hoy, amor, no tengas prisa,
déjame que te cuente algo,
algo que me has enseñado tú
en estos últimos años.

Que sin lugar a duda
han sido los mejores años de mi vida,
aunque tú sabes bien que
yo más que de flores soy de melodías.

Así que deja que te cuente cantando
que yo era hombre de ciencia
y ahora soy de vez en cuando,
porque gracias a ti...

No creo en los milagros
porque los he vivido,
me dice el corazón, no hay otra explicación
para que estés conmigo.
No creo en la fortuna
más allá de tu risa,
y con tus ojos ya, qué te voy a contar,
me parto la camisa.

Y a medida que crece mi amor por ti,
las heridas del pasado que tanto me atormentaban
hablan chino para mí.
Y ese largo de tu pelo, donde yo siempre me enredo, amor,
es por eso que coso tu ombligo, eso sí, con un hilo de plata de ley,
para que no se escapen tus mariposas.

Oye, amor, no tengas miedo,
tú eres la luz que me guía,
eres faro en este mar,
donde naufragan mis días.

Y aunque en la noche el cielo
brilla en Baradero, plagado de estrellas,
por mucho que contemplo mudo el firmamento,
tú eres la más bella.

Así que deja que te cuente cantando
que yo era hombre de ciencia
y ahora soy de vez en cuando,
porque gracias a ti...

No creo en los milagros
porque los he vivido,
me dice el corazón, no hay otra explicación
para que estés conmigo.
No creo en la fortuna
más allá de tu risa,
y con tus ojos ya, qué te voy a contar,
me parto la camisa.

Y a medida que crece mi amor por ti,
las heridas del pasado que tanto me atormentaban
hablan chino para mí.
Y ese largo de tu pelo, donde yo siempre me enredo, amor,
es por eso que coso tu ombligo, eso sí, con un hilo de plata de ley,
para que no se escapen tus mariposas.

Y, para que no se escapen tus mariposas,
voy a cuidar cada día un par de detalles,
te voy a despertar siempre con una rosa (eso no falla),
y nunca te dormirás sin que antes te ame.

Y, para que no se escapen tus mariposas,
voy a hacer que cada día se sientan libres (a volar),
porque en cautiverio dejan de ser mimosas
y queda mudo el poeta que las escribe.

Para que no se escapen tus mariposas,
para que no me falte tu amor.
Para que no se escapen tus mariposas,
yo te regalo vida, te regalo una flor.

Para que no se escapen tus mariposas,
aquí te doy yo todo mi canto.
Para que no se escapen tus mariposas,
con Melendi otra vez, cantándola como es.

Para que no se escapen tus mariposas,
oye, de casualidad, quien sabe darle, le da.
Para que no se escapen tus mariposas,
la misma fórmula, mira, pa’ ti va, pa’ tí va, eh.