Grupo Trinidad

Y a ver como cantamos todos, eh?

Ahora te tengo que olvidar,
ahora yo tengo que aprender,
que no vas a estar, no vas a venir,
que no vas a quedarte conmigo.
Ahora te tengo que olvidar,
ahora yo tengo que aprender,
que no vas a estar, no vas a venir,
que no vas a acostarte conmigo.

No la dejan salir solita,
ni que vuelva tarde, solita,
tienen miedo, nada más,
que le saquen la ropita.
Que le saquen la ropita,
que la besen y la beses,
que la dejen desnudita,
solita, solita.

Solita, con un hombre en la cama besándola.
Solita, le ha quitado su ropa y desnuda está.
Solita, su cuerpo ha tocado y amado ya.
Solita, solita, solita.

A ver… a ver.

Le robé quince besitos,
ella estaba ya casada.
Le robé quince besitos,
su marido no sabe nada.

Quince besitos le robé, quince besitos,
y creo que la enamoré, con quince besitos.
Ser su amante me gustó,
pero todo ya pasó.

Agarrala!

En sueños la estás besando, agarrala,
e sueños tocas su cuerpo, agarrala,
y en la mañana despiertas, agarrala,
quieres correr a buscarla, agarrala.

Pero si ella te gusta, agarrala,
y aunque se enoje, agarrala,
y si no quiere, agarrala,
y como sea, agarrala.

Está sola, está triste,
ya no quiere divertirse,
está ausente de la vida,
ya no tiene una alegría.

Escucha canciones de amor,
sus juegos de niña dejó,
y al llegar la noche espera aquel coche
que rumbo al amor la llevaré.
Y al llegar la noche espera aquel coche
que rumbo al amor la llevaré.

Tú me vas a dejar, yo te seguiré queriendo,
yo no quiero llorar, lo que mucho estoy sufriendo,
y comienza a llover sobre ti, sobre mí y el amor.
Tú me vas a dejar, yo te seguiré queriendo,
yo no quiero llorar, lo que mucho estoy sufriendo,
y quisiera correr para dar y olvidar mi dolor.

Ella se llama Marta,
ella se llamaba así,
ella se llamaba Marta,
se llamaba Marta, se llamaba así.

Una nube que en el cielo al tiempo pasaba y yo
hoy recuerdo sus mentiras y a pesar de todo la recuerdo yo.
Ella se llamaba Marta, ella se llamaba así,
esa se llamaba Marta, se llamaba Marta, se llamaba así.

Ella me clavó una espina en medio del alma
y me dijo adiós,
ella me dejó llorando, si olvidar pudiera,
si pudiera, Dios.
Ella me clavó una espina en medio del alma
y me dijo adiós,
ella me dejó llorando, si olvidar pudiera,
si pudiera, Dios.

Ella se llama Marta,
ella se llamaba así,
ella se llamaba Marta,
se llamaba Marta, se llamaba así.

Porque ella necesita
que duermas en su cama,
que cenes en su mesa,
que sueñes en su almohada.
Porque ella necesita que subas en su cuerpo,
te muevas y la beses.
Se cansó de esperar, recostada en la cama.

O me dices que sí, o me dices que no…

Cada vez te quiero más,
y no me importa lo que hacés…