Leonardo Favio

Te quiero como a un niño
Que nunca me hizo daño
Y me sucede a veces cuando te veo dormida
Que acaricio tu vientre
Que promete un milagro.

Me gusta cuando vamos trepados
En el subte ir oliendo tu pelo
Y acariciar tus manos
Y el tibio desayuno que me traes sonriente
Mientras leo los triste
Que me cuentan los diarios.

Y es que se produce
El que los dos soñamos
Yo cuidaré tu cuerpo frágil de mariposa
Que ni el aire te turbe la paz que te deseo,
Que ni el aire te toque
Porque saldré a buscarlo.

Te quiero como a un niño
Que nunca me hizo daño
Y me sucede a veces cuando te veo dormida
Que acaricio tu vientre
Que adivina un milagro.
Que ni el aire te toque
Por que saldré a buscarlo.

Me gusta cuando vamos trepados
En el subte ir oliendo tu pelo
Y acariciar tus manos
Y el tibio desayuno que me traes sonriente
Mientras leo los triste
Que me cuentan los diarios.

Y es que se produce
Lo que los dos soñamos
Yo cuidaré tu cuerpo frágil de mariposa que ni
El aire te turbe la paz que te deseo,
Que ni el aire te toque
Porque saldré a buscarlo.

Te quiero como a un niño
Que nunca me hizo daño
Y me sucede a veces cuando te veo dormida
Que acaricio tu vientre
Que promete un milagro.
Que ni el aire te toque
Porque saldré a buscarlo.